sexta-feira, dezembro 03, 2010

Segundo strike

Idealista, ese es mi problema, ser idealista. Las cosas no funcionan como yo creo que deberían. Y peor aún, dar mi brazo a torcer es una opción que no contemplo, pues mis 'principios' son los que me hacen (eso creo) diferente. Quizás si algún día me deje seducir por la futilidad del ambiente, mis dilemas terminen, por ahora prefiero quedarme con lo poco que queda. Por lo pronto, ya llevo dos casos con igual desenlace. Las mismas secuelas, las mismas querellas, aquel mal sabor de boca a nada y sobretodo, aquella decepción, no de mí, sino de como son las cosas, de como funcionan y de como me resisto a que pierdan su magia. La diferencia de esta última vez, fue el exceso de complejos que tuve que enfrentar, y que talvez iba a tener que sobrellevar. Para terminar, cito este fragmento de Sabina:

A menudo lo noble no es lo bello
ni el camello peor el más barato,
calizas son las manos de pilato,
de ceniza el tumor de tu cabello.

El caballero la prefiere tonta,
las mademoiselles nos quieren poderosos,
así que, monta tanto – tanto monta,
hombre y mujer… que atajo de tramposos.

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