domingo, setembro 12, 2010

Bitácora de viaje: Rio - Madrid

Todo comenzó en la Kini house. Luego de dos shots de cachaza, unas buenas risadas y un estrogonoff, dispúseme a agarrar un colectivo para el aeropuerto. Pero no pasaba, y no pasaba. Después de unos instantes de tensión, y unos chistes malos de Kini, lo conseguí, pero fue para hacer un transbordo en táxi. Llegué e hice la fila más larga en una facturación en un aeropuerto. Era kilométrica, y casi no se movía. A duras penas compré los euros del minero y a embarcar. En el mismo vuelo iba una horda de pelaitos de intercambio, todos paulistas o sureños. Se me cansaron los oídos de ese acento y esa erre gutural. Es gracioso que la azafata no entendía cuando le decía "mi asiento es el 4c", pues era española y entendía 4g o 4d. Después de eso, comencé a pronuciar la ce a lo españolete pecueco. No dormí más que dos o tres horas de las nueve de vuelo. Fui al baño un minuto antes de que sirvieran el desayuno, por tanto tuve que esperar a que le sirvieran a todo el mundo y luego pude pasar a mi asiento, eso nunca me había sucedido. Mientras esperaba, había una muchacha brasileira llorando de mi lado, le pregunté que le pasaba. Ella trabajaba en un crucero, e iba a pasar unos 8 meses fuera de casa, casi sin contacto con su familia. Me dijo que los tres primeros meses era muy difícil, luego te acostumbras. Le conté mi caso, pues vivo en Brasil hace mucho tiempo, y viajo a Colombia de once en once meses. Bueno, la muchacha volvió a su lugar. Lo mismo hice yo. Cuando aterricé recordé la canción de la trinca: "Llegamos a Barajas de repatriados, y nos fotografiaron por todos lados...". Y vaya que Barajas es enorme. Sólo el terminal T4 que es de Iberia, es el aeropuerto más grande en el que ya estuve; si es T4 implica que hay T1 a T3. Inmigración fue otra enorme fila, el poli me preguntó a que venía, y luego mostré la carta de "invited speaker", el tipo ni la miró y puso el sello. Una carta de ese calibre es muy efectiva (con seguridad fue porque estaba en inglés, no por su contenido). Tomé el metro. Llegué al Hostal, cerca de la estación Tirso de Molina. Ahí me dí cuenta que mi reserva estaba para el día siguiente. Demoré unas 3 horas buscando donde dormir. El 'indio' de sansebas me ayudó. Consegui algo cerca a la Gran Vía. Fui a algunos lugares de referencia, tipo SBernabeu, VLópez, RAE etc. Luego para la cama, antes un bocata en una tasca, con derecho a un Atleti ganando del Atlético y a las 8 am y estaba Barjas dirigiéndome a Bilbao.

segunda-feira, setembro 06, 2010

Cavilaciones

Ayer fui llamado de lento. Hace unos meses de apresurado e impaciente. Claro está esta en dos contextos diferentes, pero similares. Eso no acaba con mi confusión. Dormí solo cuatro horas, pues la cabeza me da vueltas de campana. Ahí se junta la ansiedad pre-viaje y termina aún dejándome a la expectavita de cómo se van a desarrollar las cosas en estos días apretados. Quizás sea hoy, quizás mañana cuando la ficha caiga, pero no deja de ponerme en una situación un poco incomoda. Si me dejan, entraré de barrida, en plancha y si es posible por detrás, lo que puede resultar en roja o quizás evite un gol en contra.