segunda-feira, setembro 06, 2010

Cavilaciones

Ayer fui llamado de lento. Hace unos meses de apresurado e impaciente. Claro está esta en dos contextos diferentes, pero similares. Eso no acaba con mi confusión. Dormí solo cuatro horas, pues la cabeza me da vueltas de campana. Ahí se junta la ansiedad pre-viaje y termina aún dejándome a la expectavita de cómo se van a desarrollar las cosas en estos días apretados. Quizás sea hoy, quizás mañana cuando la ficha caiga, pero no deja de ponerme en una situación un poco incomoda. Si me dejan, entraré de barrida, en plancha y si es posible por detrás, lo que puede resultar en roja o quizás evite un gol en contra.

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