segunda-feira, julho 17, 2006

Vida sin sueño

Llevaba mucho tiempo sin pasar casi la noche en vela intentando hacer unos ejercicios, que por cierto estaban muy largos y cansones, de esos que solamente sirven para cansar la mano y no dejan nada de conocimiento, del tipo que el estudiante de física de primeros semestres se vanagloria de hacer o que aquel que cree que hacer carpintería es hacer física; pero bueno, lo importante es que llegué a mi casa a eso de las 4 de la mañana, y dormí unas pocas horas, solo porque tenía que estar a las nueve en mi lugar de trabajo. No, eso es algo que no quisiera volver a repetir... Mucho sueño, y poca producción, pero bueno, esa es la triste vida del pobre.

quinta-feira, julho 13, 2006

El paquete

Recuerdo que para la fecha de mi viaje, los amigos de la peor aerolinea colombiana, y la única que viaja hasta Rio, me hicieron quedarme un día más, porque como de costumbre habían sobretiqueteado. Pero bueno, me obsequiaron un vuelo gratis (+ impuestos como siempre) a cualquier destino Internacional. El día siguiente fui al aeropuerto con mis maletas, dispuestas para una larga estadía en tierras extranjeras, pero tuve la mala sorpresa de tener que pelear con la aerolinea nuevamente, dado que querían que esperara otro día más, y peor aún, no querían entregarme el pasaje adicional; a lo cual repliqué: "Pero si ayer fui el voluntario del día". Pueden creerlo "voluntario del día", eso implica que hay por lo menos un pendejo por día tiene que ceder el pasaje. Por suerte, mis reclamos surtieron efecto, y mi viaje pudo realizarse. La furia volvió a mi cabeza, una semana después, cuando llamé a preguntar para qué fecha podía hacer efectivo el pasaje adicional (el cual, olvidé mencionar, tenía caducidad de un año), para lo cual recibí la detestable noticia: "Para un mes después de que venza". Eso es "servicio al cliente ejemplar".
Tiempo después (para se más exactos, hace unos pocos días) recibí un correo del muchacho de gafas, el cual esta requiriendo un pasaje para viajar a una lógica convencion de mejicanos. Con el mayor de los gustos, envié para una carta donde lo autorizaba, y el pasaje (este es el paquete nombrado en el título). Pero bueno, la gran pregunta era ¿cómo formar ese paquete?
Primero: La carta de autorización debía estar autentificada en notaría. Pero bueno, yo no soy brasilero, y no sé donde queda una berraca notaría por aquí. Además, mi experiencia con las oficinas brasileras de atención al cliente habían sido la más nefasta posible. Con lo cual me hice a la idea de que los funcionarios nativos eran dos (y por qué no, ocho mil quinientas venticuatro) veces más lerdos, ineficientes, inéptos, incompetentes y muchos más adjetivos con el prefijo "in" de lo que esperaba. Mis averiguaciones dentro de mi círculo social me condujeron a un "cartório" (pongo la tilde tal y como se llama realmente, pues está en portugués). El "cartório" me dejó sorprendido; estaba ubicado detrás de un monumento (como muchos que hay en la ciudad, pero que nadie les presta atención) lleno de indigentes y gamines, pero que es el primer contacto que se tiene con el barrio "más célebre" de todo Rio, Copacabana. Es claro que eso no fue lo que me sorprendió, fue que no tenía fila, y el único funcionario que tenía era eficiente. En ese momento me cuestioné sobre la hipótesis que tenía como axioma y que por razones obvias cambió: "Toda oficina de atención al público (excepto el "cartório") es ineficiente". Luego fui, compré el sobre de manila (o envelopi como aquí lo llaman) y lo mandé con destino a la capital de la tierra del condor y Colón. Cuando llegó el paquete a su destino, estaba conectado por chat con el muchacho de las gafas, y le pregunté: "¿Llegó todo?", puesto que no recordada si había metido todo en el sobre, pues no recordaba si había dejado algo por fuera o quizás en el viaje se pudo haber perdido algo. Mi interrogante obtuvo una respuesta después de medio minuto, "¿Qué es todo?". (Nota: El siguiente diálogo tuvo aproximadamente un medio minuto entre mis preguntas y las respuestas del muchacho de gafas, razón por la cual casi se me sale el corazón de la incertidumbre)
-"Pues todo es las cartas [una en español, otra en portugués] y el pasaje"
-"Pues hay una carta en español"
-"¿Sólo eso?, mire bien"
-"Ah, y hay otra en portugués"
-"¿Y el pasaje?
-"No sé"
-"¿Cómo así?"
-"Pues hay una hoja más"
-"¿El pasaje?
-"No sé"
-"¿Tiene el logotipo de la aerolinea?"
-"Pues sí"
-"Pues ese es el pasaje!!!"
-"Entonces sí llegó todo"
Pero bueno, luego de ese contratiempo, finalmente el muchacho de las gafas, pudo hacer los trámites necesarios para su viaje.

terça-feira, julho 11, 2006

No sé...

Estas son las primeras líneas de este blog, realmente es una perdedera de tiempo... Pero bueno, total, es una forma más de soportar la rutina a la que estamos expuestos y en la que estamos sumidos. Llevo unos meses en esta ciudad de costeños, pero que hablan otro idioma, lo cual hace aún más difícil la comunicación; aunque el oído va cediendo ante el indecifrable lenguaje, aún no es suficiente.

Hace unas semanas sólo se hablaba de fútbol, pero por fortuna eso ya acabó, pues desde que el azul salió del rentado nacional, el fútbol para mí había muerto. No obstante, casi fui contagiado por el ambiente "verde-amarelo", para lo cual opté por una posición contraria y comencé a hacer fuerza por Argentina. Fue una sensación extraña: estar rodeado de cariocas, mientras se cantaba los goles albi-celestes. Pero aún mejor, fue ver (en primera fila, o mejor en vivo y en directo) la cara de decepción de total una nación que creía que no eran campeones sólo porque el día de la final no había llegado. Ver imágenes de personas llorando, sufriendo, madreando a los "supuestos mejores jugadores del mundo", todo porque no fueron capaces de vencer a un Francia que no tenía sino 2 buenos jugadores, eso es algo que quedará para siempre en mi memoria.
Pero bueno, al final de cuentas el mundial de fútbol es una competición detestable, pues solamente el campeón y el tercero vuelven contentos a casa, los demás se devuelven con rabia. Colombia no estuvo en el mundial, y sin embargo terminé disgustado e iracundo con el resultado, pues la final fue disputada por dos equipos que no mostraron fútbol, sino que resultó ser una muestra del efectivismo europeo, pero no de fútbol. Que tristeza!
Para terminar cito las palabras de Verón cuando Argentina fue eliminada de Korea-Japón 2002: "Argentina salió del mundial, y ¿qué equipo queda?, ¿qué equipo?". Esperemos que en 2010 por fin pueda ver un mundial de fútbol en el cual los equipos dejen de jugar "a no perder".