terça-feira, outubro 31, 2006

La injusticia del tiempo

Recuerdo que el día que iba aviajar pensé: "Voy a perder dos horas de mi vida", y efectivamente eso aconteció. El avión demoró 6 horas volando y cuando bajé del avión habían pasado 8 horas (según el huso horario que había regido toda mi vida). Pero bueno, con el tiempo empecé a costumbrarme, o mejor, no me acostumbré, sino que la ciudad se presta para que dormilones de mi magnitud parezcan los tipos más madrugadores del mundo. Para ser más claro, recuerdo en mis últimos dias en el altiplano comenzaban a las 10 a.m., ahora al nivel del mar comienzan a la misma hora, eso implica que cuando vuelva, supuestamente me levantaré a las 8 a.m.!!! Es decir, a las 8 de la MADRUGADA!!!. Pero la cosa aún empeora. Los nativos tienen una estrategía (supuestamente de primer mundo) para ahorrar energía. Como en verano el es más largo, pero comienza aproximadamente una hora antes, adelantan los relojes 1 hora (Esto acontecerá para mi desgracia el 5 de noviembre próximo), así que las 11 p.m. del 4 de noviembre, no serán las 11 sino las 12 de la noche, por lo tanto si continúo con mi rutina, me levantaré a las 11 a.m. Esa es una catástrofe que tendré que afrontar, todo sea por ahorrar la pecueca cifra de 8 % de energía. Pero como siempre, todo puede estar peor, una vez regrese a mi natal ciudad para natal (entendeu?, hehe) habré recuperado las 3 horas que perdí, pero estaré levantándome a las 7 a.m. en promedio. Não é fácil, não!

Nenhum comentário: